HACER COMUNIDAD ES VIVIR Y COMPARTIR LAS TRADICIONES MEXICANAS 

HACER COMUNIDAD ES VIVIR Y COMPARTIR LAS TRADICIONES MEXICANAS 

En Alemania se concentra una de las diásporas mexicanas más copiosas en el mundo. Según cifras oficiales, en la República Federal Alemana viven más de 20 mil mexicanas y mexicanos, sin considerar los ciudadanos que tienen una doble nacionalidad o los mexicanos que están por una estancia corta/temporal en el país.

En los 16 estados federados alemanes existen connacionales que viven, trabajan o estudian.  Sin embargo, la concentración de las comunidades mexicanas se hace más latente en ciudades grandes como Munich, Stuttgart, Frankfurt o Berlín.

Para cualquier persona que decide vivir en Alemania conlleva retos importantes: aprender el idioma es el primero, sin dejar de lado la necesidad de aprender los códigos culturales para lograr la adaptación e integración en la sociedad a la que se llega. Vivir las costumbres y tradiciones del país de origen es una manera de fortalecer la identidad y el sentido de pertenencia. La comunidad mexicana en el exterior se caracteriza por agruparse en círculos de amistad, asociaciones civiles que procuran la formación de puentes culturales entre México y el país de acogida.

En Alemania existen más de una decena de agrupaciones que aglutinan a mexicanos y ciudadanos amigos de México. En Berlín, la comunidad mexicana es grande y activa, misma que se organiza para celebrar y compartir con los berlineses las festividades y tradiciones mexicanas como el día de madres, día del niño, día de muertos, sin faltar las posadas o la reunión para partir la rosca de reyes.

En Berlín también se encuentra la representación diplomática mexicana. La casa de México es un moderno y bellísimo edificio diseñado por los arquitectos mexicanos Teodoro González de León y Francisco Serrano, ubicado en el barrio de Tiergarten en el que además de ofrecer  atención y servicios para desahogar trámites consulares y oficiales, es un espacio que se ha convertido en el punto de reunión al que acude la comunidad mexicana para convivir y participar en algún evento artístico y/o cultural convocado por el Instituto Cultural de México o alguna de las Consejerías.

Este 2022 -después de dos años de pandemia- la Embajada mexicana abrió sus puertas para celebrar al estilo mexicano la tradicional posada. Con un diverso programa cultural y un grupo nutrido de familias biculturales.

Uno de los atractivos arquitectónicos de la embajada es el cilindro (inspirado en el observatorio maya) donde se colocó una instalación de más de 2500 esferas colgantes que fueron el escenario perfecto para el disfrute de un cuarteto musical que interpretó villancicos y música de la ocasión. Los niños pudieron disfrutar de un espectáculo de teatro guiñol, se organizó el canto para pedir posada y también se rompieron tres piñatas monumentales llenas de juguetes y golosinas para el deleite de los asistentes. Para complementar el festejo, se ofrecieron buñuelos, tamales, ponche y churros al más puro estilo mexicano.

En el marco de la celebración, el embajador Francisco Quiroga hizo entrega de diplomas de participación a los niños que formaron parte del concurso de dibujo infantil “Este es mi México” así como el premio y reconocimiento a Anne-Katrin, quien con su dibujo del “Ajolote“ se hizo acreedora a una mención honorífica.

Una tarde de fiesta y de celebración en la que las tradiciones mexicanas cobran vida y son el mejor contexto para crear comunidad y fomentar las relaciones entre los pueblos.

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