Los pasados días 2 y 3 de septiembre, Zaragoza, la quinta ciudad más importante de España, se convirtió, por primera vez en su historia, en el epicentro europeo del festival más grande de México y Latinoamérica en dónde, bajo la sabia tutela de bandas y artistas como Café Tacvba, Little Yisus, Centavrvs, Ximena Sariñana, Molotov y, el Instituto Mexicano del Sonido, entre muchos más, retumbó desde su centro la tierra, al sonoro rugir del amor.
Y no sólo porque gran parte de la diáspora mexicana asentada en la mal llamada madre patria, se dio cita, desde todos y cada uno de sus puntos cardinales, en el recinto de la Expo de Zaragoza, si no, también, porque varios de los artistas participantes, en entrevista para un servidor y para la Red Global MX capítulo Barcelona, enviaron una serie de mensajes plagados de amor y buena vibra, para todos aquellos migrantes, tanto de México, como de cada una de las naciones latinoamericanas.
Fue así como Andrea y Héctor de Aterciopelados, invitaron a los migrantes de toda hispanoparlandia a conectar entre sí, a encontrarse y a reventar fronteras…
“El mensaje es, o, al menos debería ser obvio, no debería haber fronteras, no deberían existir separaciones, la gente merece ser libre de moverse a cualquier sitio, de buscar nuevas y mejores oportunidades…”
Por su parte, Quique Rangel de Café Tacvba, manifestó su admiración y respeto por aquellas personas que, ya por gusto, ya por necesidad, decidieron echar raíces en otras tierras…
“A todas aquellas personas que decidieron migrar y florecer en una tierra que no es la que los vio nacer, bien puedo decirles que los felicito por ese valor que demuestran y han demostrado al hacer caso a ese llamado…”
Adrián y Diego de Babasónicos, invitaron a cada uno de los expatriados de la nación Latinoamericana, a no cejar…
“A toda la gente hermosa de México y de Latinoamérica, quienes, por cualquier razón, han tenido que, o decidido dejar su tierra, les queremos decir que no se desesperen, no pierdan la calma… las cosas salen bien a veces, a veces mal, pero no se dejen vencer por el pensamiento de -si estuviera en otro lado sería mejor-”
Los chicos de Sidonie, una de las bandas más representativas de Cataluña, nos hablaron del valor de la amistad, de la unidad y del buen humor, pero hicieron hincapié, en la importancia de nuestro lenguaje…
“Además de la música y del entretenimiento en general, las sociedades hispanohablantes compartimos algo maravilloso, una lengua, ese es nuestro tesoro, esa debería ser nuestra grandeza…”,
También aprovecharon para enviar un claro mensaje tanto a gringos, como a anglos en general… “Tal vez valga la pena hacer llegar un mensaje al gremio anglosajón, porque ellos acostumbran pasar mucho de nosotros los hispanohablantes en general, pero a nivel musical, los hispanos hacemos cosas muy potentes…”
Y así, mientras las distintas bandas y artistas del festival nos daban su opinión, afuera, al son de guitarras, bajos, baterías, poderosos mensajes de unidad, luchadores haciendo de las suyas en el cuadrilátero, y los Mexi-cráneos poniendo en alto el nombre de la tierra que me vio nacer, docenas de banderas de México, Argentina, Chile, Colombia, Ecuador y muchísimas naciones más, hondeaban a lo largo y ancho de los escenarios y jardines, enarbolando aquella voz, aquella identidad y aquel amor, que sólo puede respirarse en una Latinoamérica siempre unida, siempre hermana.
Lo que le sucedió a América Latina hace quinientos años no fue, en definitiva, lo mejor, pero así, gracias a la característica nobleza de su gente, de sus pueblos, de sus naciones, la otra conquista, es decir la nuestra, nunca dejará de sucederse, porque tenemos mucha música, mucha cultura, tradiciones milenarias, y un único y enorme corazón para invadirlo todo.
@Talentia_BCN
Por Antonio Andrade, Poeta, Periodista y Escritor mexicano, miembro del Diccionario de Escritores Mexicanos del siglo XXI y miembro de la Red Global MX Capítulo Barcelona.
