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#OrgulloYCorazónUnADM

Es para mí un honor poder dirigir estas palabras con motivo de celebrar mi graduación de la Universidad Abierta y a Distancia de México (UnADM) y poder tener una formación profesional.  

Cuando inicié mi licenciatura en el 2016, sabía que si culminaba la carrera no sería posible participar en una ceremonia de graduación presencial, mucho menos recibir mi título profesional directamente de alguna autoridad oficial, ya que por mi situación migratoria sería muy difícil regresar a Estados Unidos si hubiese viajado a México por ese motivo.  

Siento una gran felicidad y quiero agradecer a mi casa de estudios, la Universidad Abierta y a Distancia de México (UnADM), al Instituto de los Mexicanos en el Exterior (IME) y al Consulado General de México en Atlanta por hacer la gestión de trámites necesarios para poder, de forma extraoficial recibir mi título profesional de manos del Cónsul General de México en Atlanta.  

Quiero agradecer a dios, mi esposa e hijos, autoridades de educación, docentes, amigos y familiares que en su momento me alentaron para poder culminar este proyecto de desarrollo personal y poder realizar un sueño que no pude cumplir cuando era joven. Ofrezco mi graduación en memoria de mi madre querida que siempre me decía cuando era pequeño “Quiero que estudies una carrera cuando seas grande”. Agradezco de forma especial al señor Cy Strickler por haberme ofrecido todas las facilidades para realizar mi proyecto terminal. 

A todos mis compatriotas mexicanos que radican sobre todo en Estados Unidos y que tengan un sueño truncado de tener una formación profesional, los invito a perseguir sus sueños y luchar por ellos.

Así como yo lo logré, si se lo proponen con mucha disciplina, compromiso propio y perseverancia lo lograrán. Sobre todo, aprovechando las facilidades que ofrece la UnADM ya que es completamente gratuita, no tiene límites de edad, con flexibilidad de horarios para poder estudiar en cualquier parte donde te encuentres.  

No es fácil cursar una carrera universitaria, pero tampoco imposible. Cuando decidí empezar mi carrera me dije a mi mismo, “Puedes seguir con la rutina diaria de ver televisión todos los días en tu tiempo libre, pasar todo el fin de semana viendo futbol (que es una de mis pasiones) o dedicar todo ese tiempo a algo más fructífero como estudiar una carrera y en cuatro o cinco años lograrlo. Bueno, decidí hacer lo segundo y lo logré.  

El valor de un acto reside más en el esfuerzo para llevarlo a cabo que en el resultado (Albert Einstein)