La migración es hoy en día un asunto de la cotidianeidad; muchas personas se desplazan de un lugar a otro por necesidad, por la inseguridad en sus paises de origen o por la búsqueda de mejores posibilidades de vida.
Un gran número de migrantes cambian su lugar de residencia a razón de un proyecto académico, profesional y/o laboral, uno de ellos es José de Jesús Escandón, originario de la Ciudad de México, Ingeniero en Sistemas Computacionales, egresado del Tecnológico de Monterrey, quien en 2008 decidió viajar a Europa para continuar sus estudios de postgrado.
Jesús llegó a Suecia donde encontró una oportunidad para estudiar un máster en ciencias enfocándose en tópicos de tecnología de información, negocios y emprendimiento.
Mirando la geografía mundial, Suecia es un país escandinavo de Europa del Norte que forma parte de la Unión Europea (UE). Limita al norte con Noruega y Finlandia, al este con Finlandia y el golfo de Botnia, al sur con el mar Báltico y al oeste con el mar del Norte y Noruega. Con una extensión de 450 295 km², es el quinto país más extenso de Europa. En 2016, contaba con una población total de poco más de 10 millones de personas, de las cuales el 98% cuenta con acceso a Internet, lo que lo convierte en el país con la mayor penetración del servicio en el mundo.
Mantiene el modelo nórdico de bienestar que brinda asistencia sanitaria universal y educación terciaria gratuita a sus ciudadanos, tiene el undécimo ingreso per cápita más alto del mundo y ocupa un lugar destacado en numerosas mediciones de desarrollo humano, incluida la calidad de vida, seguridad, salud, educación, igualdad, y prosperidad. (www.wikipedia.es)
Según las cifras de la ONU el 19,42% de la población total de Suecia son inmigrantes y curiosamente, la población masculina es superior a la femenina. Jesús Escandon es entonces uno de esos inmigrantes masculinos que llegó a Suecia como estudiante, con el tiempo aplicó para obtener un visado de trabajo, luego un permiso de residencia hasta llegar a obtener la ciudadania sueca.
La vida de Jesús en Suecia ha sido un prisma de oportunidades, de aprendizajes, de adaptación, de exitos, de ajustes y una que otra dificultad, sin embargo en una entrevista con este mexicano residente en Suecia desde hace mas 10 años, debo destacar el éxito que ha logrado como empresario, quien logró establecer una empresa mexicana en Suecia.
También me ha platicado su experiencia al fundar una familia bicultural, tema que nos lleva a compartir algunas de sus reflexiones en torno a la paternidad en un país europeo, el papel de un hombre mexicano con su contexto cultural que ha tenido la dicha de experimentar la paternidad con intensidad en un escenario y costumbres muy distintas a las mexicanas.
Con Jesús, entre sonrisas y elocuencia que le provoca recodar los tiempos de la dulce espera, la preparación y el nacimiento de su hija, nos sumergimos en una conversación que me permite escuchar de primera mano como vive la experiencia de ser mexicano, su esposa de origen Tailandes, inmersos en una (tercera) cultura de acogida donde viven, trabajan y se desarrollan.
“El nacimiento de mi hija en Suecia, significó para mi la verdadera introducción a la sociedad tradicional sueca“ me dijo Jesús.
En este país los niños son una prioridad, recuerdo cuando se confirmó el embarazo y de ahi comenzó nuestra carrera de padres, una “profesión“ que he vivido con intensidad, con gratitud y con toda la conciencia.
En suecia, los futuros padres son asistidos por organismos del estado que orientan, apoyan y soportan el buen desarrollo del embarazo. El servicio médico es gratuito y de calidad. El proceso de gestación es cuidado y acompañado por profesionales médicos, que asisten a la pareja en recurrentes citas en la Clínica cernana al domicilio.
Una matrona acompaña, controla y registra los nueve meses del desarrollo gestacional y en caso de que los padres tengan origen extranjero, si es necesario, el estado apoya con los servicios de traducción si no dominan el idioma (oficialmente se habla sueco, aunque el inglés es bastante aceptado y usado).
El acompañamiento de un embarazo suele darse a la pareja, es decir el hombre se considera una parte activa del embarazo, por lo que existe el servicio de apoyo prenatal, soporte emocional, psicológico para preparar a los futuros padres en esta nueva etapa de vida en la sociedad sueca.
En el caso que los padres esten activos laboralmente, las prestaciones de ley son muy claras, la baja por maternidad la gestiona el médico ginecólogo y obstetra que lleva el caso. Si el embarazo no presenta riesgos para la madre y el bebe, unas semanas antes de la fecha aplica lo estipulado en las leyes correspondientes. El derecho a quedarse en casa después del alumbramiento,va de un año para la madre (con todas las garantias laborales) y de 3 o 4 meses para el padre.
Al llegar la fecha del parto, Jesús recuerda con emoción el momento en que su esposa rompio la fuente y comenzó la carrera. Avisar telefónicamente a la Clínica, tomar la maleta e insumos previamente preparados para el momento; en el hospital -si hay tiempo- los padres reciben una habitación para instalarse y recibir al nuevo miembro de la familia, si no hay tiempo, se llega directo a la sala de parto donde la pareja es asistida por 5 o 6 personas que controlan y apoyan el proceso, por norma general – si el estado de salud lo permite – se procuran que los partos sean de manera natural.
Una vez que llega el bebé al mundo comienza la enseñanza para la lactancia y los cuidados, así como el monitoreo de los primeros estudios natales y las revisiones del estado físico y emocional de la madre.
Recuerdo, me dice Jesús, “en el trabajo de parto, en la dinámica, de pronto me percate que yo era una parte escencial , no era solo un espectador, apoyé a mi esposa en la concentración para la respiración, el conteo de las contracciones, etc..“
“Afortunadamente la llegada de nuestra pequeña fue relativamente rápida y sin complicaciones, lo que nos permitió esa misma noche regresar a la intimidad de nuestra casa y esperar las visitas de la matrona que nos asistiría en el proceso de adaptacion durante las primeras semanas de vida de la bebé.“
De aquel día, ya han pasado varios años… Con ternura y orgullo Jesús me comparte vivencias de su paternidad. “Ser padre en un país como Suecia, me ha permitido echar lazos muy fuertes y profundos con mi hija, el hecho de haber cortado yo mismo el cordón umbilical, aprendido desde le primer instante que llegó al mundo a abrazarla, a cambiarle los pañales, a vestirla y hasta prepararle su mamila me ha regalado el privilegio de vivir una paternidad activa, consciente, plena.“
Es cierto que en Suecia, el gobierno no escatima esfuerzos y recursos para el crecimiento de un niño, tambien se ocupa de implementar programas de integración temprana a la sociedad sueca, los pequeñitos reciben desde la guarderia una formación a la usanza de los ciudadanos del país.
El jardín de niños es obligatorio y en esos centros se cuida la integridad y desarrollo de los pequeños. La educación en los kinders es semi gratuita , los padres pagamos una cuota por la alimentación y asistencia, de acuerdo al ingreso, me dice Jesús.
Para Jesús, la paternidad en Suecia le ha permitido reconocer que hay otras maneras de crianza, “..en Suecia yo como papá soy la regla, no la excepción. Aqui el rol de papá no es ajeno a los niños, aquí si no actuas de manera proactiva, si no participas en el cuidado y formación de los niños se te mira raro“.
El reto de Jesús y su esposa es hacer de esa pequeñita una ciudadana del mundo, una niña nacida en Suecia que conozca, viva y conviva con las raíces de sus progenitores, pero sobre todo, lograr que la constelación y condiciones de vida de esta criatura ofrezca una amalgama de oportunidades, de viajes intercultruales, de un bagaje y arraigo de valores, de aprendizajes, de códigos culturales e idiomas que le permitan alcanzar una vida plena y exitosa.
Por: Alejandra Balleza
@AleBa_Sa Julio 2021
Fotos: archivo particular Jesús Escandón
