Un legado que trasciende fronteras

Un legado que trasciende fronteras

A lo largo de la historia, las comunidades indígenas de México han sido el corazón y la memoria viva de las tradiciones, las lenguas y los conocimientos ancestrales que dan forma a la riqueza cultural del país. Hoy en día, muchas de estas comunidades no solo continúan resistiendo en sus lugares de origen, sino que también han generado raíces al otro lado de la frontera, en lugares como Estados Unidos, donde contribuyen de manera significativa a la economía, la diversidad cultural y la resiliencia social de ese país.

Los mexicanos que migran a Estados Unidos aportan a donde llegan más que su mano de obra porque llevan consigo sus lenguas, cosmovisiones, tradiciones culinarias, el arte, la música, y una forma de entender el mundo que enriquece profundamente a la sociedad estadounidense.

Por eso en el Instituto de las Mexicanas y Mexicanos en el Exterior (IMME) no nos cansamos de reconocer la relevancia de nuestros pueblos originarios migrantes, no solo por el impacto económico que llegan a tener, sino por el aporte cultural que hacen, sin importar que tan grande o pequeño sea su sitio de residencia.

Es más, su presencia ha ayudado a desmitificar y a dar visibilidad a la enorme diversidad que existe dentro de México, más allá de los estereotipos.

Es tan así, que creemos firmemente que su fuerza, sus historias y sus saberes son imprescindibles para el mundo de hoy y para las generaciones por venir.

Hace poco, en el marco de la conmemoración del Día Internacional de los Pueblos Indígenas celebramos el Tercer Foro de Comunidades Indígenas y Afrodescendientes Mexicanas en el Exterior, el cual nos permitió intercambiar ideas sobre la importancia de visibilizar a la población indígena a través de la recolección censal además de escuchar sobre los retos y logros de las mujeres migrantes indígenas, su abordaje del tema de la salud mental y la sabiduría ancestral. Al mismo tiempo, profundizamos sobre las culturas prehispánicas en el exterior, como es el caso de la oaxaqueña en Los Ángeles y la dignificación de estas comunidades a través de su vasto legado cultural y artístico.

También llevamos a cabo la segunda reunión de las Ventanillas de Atención Integral a Pueblos Originarios e Indígenas de México en el Exterior (VAIPOIME) en la que dimos cuenta de las acciones llevadas a cabo y lo que proponemos para continuar brindando atención de calidad y puntual a nuestra gente.

Las VAIPOIME, convertidas en una herramienta valiosa, entraron en vigor en este sexenio y hoy en día existen en los consulados de México en Orlando, Miami, Oxnard, Fresno, Nueva York, Chicago, Los Ángeles, Albuquerque, San José y New Brunswick. En cada uno de estos lugares estas ventanillas hacen una gran diferencia y nuestros migrantes de origen indígena encuentran en ellas un brazo donde apoyarse en cualquier circunstancia.

La Semana de los Pueblos Originarios e Indígenas y afrodescendientes de México en el Exterior ahondó en estos temas. Las representaciones de los pueblos tuvieron la oportunidad de mostrar el importante legado ancestral que poseemos a través de exposiciones de arte y artesanías, foros, muestras de cine o gastronómicas, conversatorios y más.

Lo anterior, puso de manifiesto cómo nuestras comunidades indígenas no solo se adaptan a su nuevo entorno, sino que han creado redes solidarias que mantienen vivas sus culturas, lenguas originarias y sus prácticas tradicionales, luchando contra el olvido y el desplazamiento tanto en México como en el extranjero.

Es por eso que desde el IMME seguiremos trabajando por la gran nación que es México, pluricultural, multilingüe, inclusivo y diverso.

Luis Gutiérrez Reyes