Hagamos niños biculturales, no bilingües.

Hagamos niños biculturales, no bilingües.

Por Nuria Arantxa Ladrón de Guevara Burciaga e Itzel Cuevas Yáñez
Red Global MX Bélgica
@redglobalmxbe

Uno de los proyectos insignia de la Red Global MX capítulo Bélgica está enfocado en la niñez. Todos los años, el 30 de abril, a veces unos días antes o días después, se convoca a la diáspora mexicana a participar en la celebración del día del niño  y la niña organizado por  Arantxa Ladrón de Guevara. Ella se encarga de escoger el lugar y las actividades con la amplia experiencia que tiene de tantos años viviendo en el extranjero y ser mamá. Arantxa nos describe cómo surge el proyecto y que es lo qué hay detrás de “Hagamos niños biculturales, no bilingües”

Este proyecto surgió a raíz del creciente número de niños biculturales de origen mexicano residentes en Bélgica con talleres de diferentes disciplinas. El objetivo es que las niñas y niños de origen mexicano de entre 3 y 14 años descubran y refuercen  su cultura e interés por México, ya que es muy importante que acepten su propia cultura mientras se vive en el exterior.

Existe literatura sobre el tema que habla de que la herencia cultural consiste en pasar las tradiciones de una generación a otra. Como padres, muchas veces queremos compartir con nuestros niños lo mejor de nuestras experiencias y las tradiciones son una gran parte de ellas. México se define en gran parte por estás tradiciones. Cuando estamos criando niños en un país diferente al que nosotros crecimos, nos encontramos con la dificultad de que hay varias culturas compitiendo por ser la principal. Pero al igual que el lenguaje, la cultura forma parte del desarrollo de los niños y sus familias.

Uno de los ejemplos que retrata esta situación es la importancia de saber por qué las tortillas en México no son iguales que las tortillas en España.

Esto pudiera resultar gracioso, pero si le preguntan a cualquier mexicano viviendo en el extranjero sobre las tortillas, automáticamente esto lo llevará a recuerdos felices de su tierra, pensando en todas esas celebraciones que disfrutaron con sus seres queridos comiendo tortilla.

 Las tortillas en México son generalmente de maíz, es un alimento plano y circular elaborado con maíz nixtamalizado, que se muele, se hace maza y se cuece en un comal. Es una preparación de origen precolombino, pero no es lo mismo que una tortilla para un español. Una tortilla para un español es huevo batido, cuajado con aceite en un sartén a la que se le agrega patatas troceadas. Se trata de uno de los platos más emblemáticos de la cocina española y en mi caso particular, proveniente de una familia bicultural, no nos queríamos perder de ninguna de estas dos delicias y entender la importancia de cada una en su respectiva cultura.

 Las tortillas son una clara muestra de esta dicotomía que viven las familias biculturales y he tomado precisamente este ejemplo, porque aunque en las dos culturas se hable el español, el mismo idioma,  sus tradiciones y significados son diferentes.

Este es el objetivo del proyecto “hagamos niños biculturales, no bilingües”, no solamente niños que dominen otra lengua, sino que sean capaces de entener lo significados profundos de la lengua.  Los niños que son expuestos a diferentes culturas, son capaces de ser más flexibles en diversas situaciones, tienen más opciones para responder porque usualmente para una misma circunstancia, las dos culturas en las que conviven les presentan dos formas de ver la realidad.

En palabras de Carlomagno “saber otro idioma es como poseer una segunda alma.” De acuerdo a varios estudios hablar otro idioma y ser expuestos a otra cultura ayuda a los niños a vivir a través de otra mentalidad, es como tener dos pares de anteojos para ver la realidad, haciéndolos más adaptables al mundo.

Las conexiones culturales hacen que nuestros niños sean más creativos y piensen de manera no convencional. Por ello, en la celebración del día del niño, las actividades se realizan en español, regularmente se leen libros de autores mexicanos y juegos tradicionales de México, que nosotros jugabamos en nuestra infancia. Otra parte crucial es que conviven con otros niños mexicanos que les ayuda a reforzar su identidad, al igual que a sus padres en este camino.

Por lo tanto, se busca con este proyecto en la Red Global MX capítulo Bélgica,  que los niños puedan vivir y entender las dos culturas en las que están creciendo, para que en el futuro sean capaces de adaptarse a diferentes situaciones sociales de formas ingeniosas. Esta creatividad no se restringe a situaciones sociales sino a cada aspecto de su vida, haciéndolos pensadores no convencionales.

Esto es muy importante porque cuando las ideas se juntan, e inclusive cuando chocan, es más probable que puedan visualizar mejor la situación y dar con la solución de los problemas. Después de todo, ¿no es lo que queremos para ellos?