Entre los muchos motivos que llevan a las personas a migrar se encuentran el escapar de la violencia familiar y/o social, la falta de oportunidades en el lugar de origen, la búsqueda de oportunidades laborales e incluso la reunificación familiar.
De los sectores poblacionales que emigran hay algunos más vulnerables que otros como lo son las personas indígenas, mujeres, niñas y adolescentes, adultos mayores, personas con discapacidad, y personas LGBTQ+, entre otras.
Al migrar las personas pueden sufrir accidentes, ser víctimas de redes del crimen organizado o explotación sexual y/o laboral, maltratos institucionales al ser repatriados, tener problemas de salud mental y en el peor de los escenarios, perder la vida.
Hay que prestarle gran atención a los problemas de salud mental o padecimientos psicológicos como son la depresión, ansiedad, estrés, explosión de emociones, aislamiento y nerviosismo o somáticos, cuyos síntomas van desde dolores diversos hasta fatiga e insomnio. Todos impactan en el plano físico y psico-emocional de las personas.
Lo cierto es que cuando uno emigra, “deja” en sus países de origen a familias, amigos, conocidos, etcétera, mientras debe asumir un nuevo rol en una diferente y a veces, desconocida sociedad, lo cual implica grandes retos y ocasiona daños en la salud física y emocional; de ahí que el autocuidado se vuelva de vital importancia, pues es el que permite lidiar con diversos estados de ánimo como el estrés y la tristeza.
Es hasta sano darle tiempo y cabida a sentimientos como el enojo, la tristeza, angustia, el miedo y la incertidumbre. Y darle tiempo significa permitirse procesarlas de la forma en que genere energías, serenidad y tranquilidad a la hora de afrontar obstáculos en el camino. Esto es parte del autocuidado, que es necesario para aprovechar nuestras propias herramientas y cuidar de nosotros mismos.
Por ello, en el Instituto de los Mexicanos en el Exterior (IME) trabajamos constantemente de la mano con los Consulados en generar nuevas acciones, estrategias, programas y servicios que atiendan la salud mental de las personas migrantes y que les apoyen directamente en redescubrir su amor propio en cada gesto o labor que realizan fuera del país de origen.
Uno de los objetivos del IME, es brindar herramientas de empoderamiento a nuestros connacionales desde el ámbito de la salud mental, el autocuidado, la educación, el emprendimiento, fortalecimiento de los lazos con nuestro país de origen, el fomento a nuestra historia, lenguas y cultura, así como la igualdad de género y la inclusión.
Cada vez que una mexicana o mexicano se siente aislado o solo en su país de residencia, queremos decirles y demostrarles que no están solo, que en cada Consulado existen servidores públicos, acciones y herramientas para ayudarles a mejorar su contexto migratorio.