Hablar de la preservación de nuestras raíces nos remonta al importante trabajo que se realiza desde la investigación y la academia. Sin embargo, hay diversas formas en las que el conocimiento y la tradición de los pueblos originarios puede transcender generaciones desde lo cotidiano.
Es en el día a día donde Alejandra “Xochitezca” Tapia, y Ehécatl Aztláh encuentran una gran oportunidad para revalorar nuestras raíces ancestrales, no solo a través de su grupo de danza prehispánica sino en la preservación y mejor entendimiento de la palabra.
Con este objetivo y en el marco de la Semana de Pueblos Originarios e Indígenas de México en el Exterior (SEPOIME), la maestra y el maestro en Lengua y Cultura Española por la Universidad de Salamanca guiaron a nuestra comunidad en un viaje para sensibilizarles sobre la importancia de preservar las lenguas indígenas, pero sobre todo para hacernos conscientes de que las usamos de manera cotidiana tal vez sin siquiera darnos cuenta. En palabras de la Maestra Tapia la clase buscó despertar la curiosidad de quienes asistieron para aprender más de nuestra historia y de nuestra cultura.
Durante la sesión de poco más de una hora, se brindó un panorama general sobre las características del náhuatl y su evolución, y se hizo un análisis sobre la composición y significado de toponimias de origen náhuatl. Nos demostraron que en la forma de nombrar un lugar podemos encontrar no solo el testimonio de nuestros ancestros sino su cosmovisión.
Por otro lado, en colaboración con el Ayuntamiento de Teolocholco se realizó un ciclo de cine virtual en el que se dio a conocer el trabajo de Vianey Conde Salamanca, agente cultural originaria de Tlaxcala.
Vianey es licenciada en Cine y Producción Audiovisual por la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla y estudió Fotografía Documental en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires.
La cineasta ha enfocado su trabajo audiovisual en temas sociales realizando talleres de cine comunitario que dieron por resultado la creación de cortometrajes documentales que retratan las memorias de adultos mayores, desde una perspectiva ambientalista. Inspirada por los testimonios de su abuelo, Vianey busca recolectar esas memorias pues considera que en las palabras de las abuelas y los abuelos se puede encontrar sabiduría e historias muy valiosas.
El cortometraje “Los colores de mi pueblo” nos presenta a Andrés Huerta Ortega, trabajador agrícola originario de Ixtenco, Tlaxcala y pionero en el diseño de alfombras y artesanías hechas con semillas. La obra nos presenta la naturalidad con la que las nuevas generaciones mantienen vivas sus raíces a través del trabajo cotidiano y la estrecha relación que existe entre el cuidado del medio ambiente y la preservación de sus tradiciones.
Si quieres disfrutar de este cortometraje, está disponible en:
https://diplomaciacultural.mx/canal/houston/semana-de-pueblos-originarios-e-indigenas/
Ambos proyectos nos invitan a reflexionar sobre la importancia del legado de los pueblos originarios e indígenas y su importancia en la construcción de nuestra propia identidad.