La respuesta para algunos puede ser difícil, para otros puede que exista una conexión inmediata. La realidad es que es difícil saberlo si no se tiene la oportunidad de visitar México, y aclaro que no solamente es visitar las zonas turísticas más concurridas, sino convivir con la gente, compartir experiencias, tener las ganas, la voluntad y el deseo de compartir momentos con las comunidades.
Mi nombre es Silverio, nací en Torreón Coahuila, ciudad de los grandes esfuerzos, la bella Comarca Lagunera. A los 8 años, junto a mi madre, partimos hacia Quebec Canadá, región en donde el idioma principal es el francés.
Tras vivir en estas tierras frías y por temporadas blancas, crecí en la cultura francocanadiense, la cual se distingue por proteger a toda medida el uso de la lengua francesa. Sin embargo, mis lazos con mi país siempre han estado presentes, jamás se habló otro idioma que el español en casa y la comida mexicana era platillo casi diario.
Mi madre bailó por muchos años en el Ballet Mexicano de Montreal, el grupo de baile folclórico mexicano más importante de la provincia de Quebec. Estaba yo presente en casi cada presentación realizada en múltiples escenarios, ciudades y provincias, viviendo y sintiendo el cariño que se le debe tener a su país estando lejos.
Tras 16 años en Canadá, se me dio la oportunidad de participar en el Programa de Inmersión Cultural y Voluntariado 2021 organizado por el IME. Este programa, siendo su segunda edición, consiste en invitar a estudiantes de origen mexicano mas destacados de Estados Unidos y Canadá para fortalecer los lazos con la cultura mexicana y convertirnos en embajadores de nuestro país en nuestras comunidades de residencia.
El PICV 2021, se reconstruyó, se recreó, venció la adversidad de la contingencia sanitaria, e hizo posible que se llevara a cabo pese a infinidad de incertidumbres. Debo admitir sinceramente que este programa fue un éxito en todos los sentidos.
Se dice fácil organizar un viaje para 80 jóvenes durante 3 semanas, pero logísticamente es un objetivo inmenso. Desde darles hospedaje, comida, actividades, transporte, servicios médicos, seguridad a 80 personas distribuidas en 4 estados de la república durante 21 días, es digno de admiración.
Durante este programa se realizaron decenas de actividades culturales, destacando la visita al Castillo de Chapultepec, la visita al Museo de Antropología, la visita a la Arena México y en mi caso personal, la visita al estado de Jalisco y sus pueblos mágicos.
Acompañados por personal del Instituto de los Mexicanos en el Exterior, quienes fungieron como coordinadores y guías, manteniendo en todo momento una unión y un ambiente saludable de manera impecable.
Fue un grupo formado con gente muy inteligente, capaz, con mucho talento, pero sobre todo un grupo muy sano, en el que aprendimos de las experiencias e historias de cada uno. Invito a todo estudiante que quiera vivir una experiencia maravillosa en México, aplicar a este programa que es único en su categoría, se llevarán muchos aprendizajes de por vida.
La mejor manera de representar a mi país es con mi trayectoria académico, estudie la carrera de piloto aviador en una de las escuelas con mayor reputación del país, distinguida por ser la única escuela de aviación civil de Norteamérica en ofrecer una formación de pilotaje gratuita para sus 40 estudiantes admitidos anualmente.
Así mismo, el Centre Québecois de Formation Aéronautique, traducido al español como el Centro de Formación Aeronáutica de Quebec, recibe cientos de solicitudes anualmente, contando con un extenso sistema de selección para convocar a los mejores estudiantes de la provincia.
Este proceso de selección no solo duró para mí 4 meses, si no 16 años, en otras palabras, desde mí llegada a este país. Desde empezar de 0 en una nueva cultura, sin hablar el idioma, hasta cumplir con todos los requisitos necesarios para únicamente poder aplicar al proceso de la selección que consistió en exámenes teóricos de diversas materias, exámenes médicos, exámenes de sistemas complejos y por último, una entrevista frente al comité de selección.
Tenía que estar en mi mejor momento para competir con los demás aspirantes. Tras este proceso, fui aceptado y me convertí en el primer mexicano en los 50 años de historia de existencia de la escuela en ser admitido.
Historias como las mías, hay muchas, los mexicanos podemos sobresalir en el extranjero, hablando idiomas distintos, compitiendo contra los mejores candidatos de cualquier país, las oportunidades no nacen, se crean.
Nos distinguimos por nuestra cultura, nuestros colores y sobre todo por nuestra hambre de éxito. ¡Que se haga costumbre poner en alto a nuestro México estemos donde estemos!
Por Silverio Rodríguez
Participante del PICV 2021
Instagram : silveriorodriguez8
Digno de admiración y que gran orgullo el conservar las raíces de tu nación, como ejemplo y el procurar que mexicanos con deseos de sobresalir y unirse a este programa es una oportunidad que debiese ser tomada en cuenta. Felicidades Silverio!!