México es un país que se distingue por tener una gran diáspora en el mundo y aunque ésta se concentra primordialmente en Estados Unidos, hay mexicanos en casi todos los rincones del planeta y cada uno de ellos es una extensión y representante del país.
En el caso de América Latina y el Caribe, las comunidades mexicanas son variadas y representan una gran riqueza tanto para México como para las naciones donde viven. En el marco general de la nueva prioridad que México otorga a sus relaciones con la región, resumida en la frase “Mirar al Sur”, las comunidades mexicanas son un elemento clave.
Es difícil generalizar y, a riesgo de simplificar, quiero hablar sobre algunos perfiles dentro de las comunidades de mexicanos:
El primero es muy especial: los mexicanos que descienden de exiliados latinoamericanos que vivieron en México. Nuestro país abrió sus puertas en diversas ocasiones a los perseguidos por regímenes autoritarios; sucesivas oleadas de asilados llegaron a México en diferentes épocas y muchos de ellos se hicieron mexicanos o tuvieron hijos en el país. El retorno a la democracia permitió a muchos de ellos regresar a sus países de origen y hoy son un puente entre ambos extremos de sus vidas.
El segundo lo conforma el colectivo que se mudó por razones de familia o trabajo, algunos de forma permanente, otros por unos meses o algunos años. Hay múltiples ejemplos de gente valiosa: artistas, científicos, deportistas, empresarios, estudiantes, profesionistas. Mexicanas y mexicanos talentosos y trabajadores que nutren a sus países de acogida y constituyen un importante puente con México. La creciente presencia de empresas mexicanas en América Latina y el Caribe ha abierto nuevos horizontes de desarrollo profesional para muchos mexicanos y extranjeros, pues han creado miles de nuevos empleos en esos países.
En tercer lugar, son los grupos especiales que han migrado desde México, como los menonitas que se han dispersado por países como Belice, Bolivia y Paraguay o los trabajadores agrícolas de estados como Michoacán o Jalisco que van a países como Chile alternando temporadas con el trabajo en Estados Unidos.
Todos ellos son prioridad para el Gobierno de México y el Instituto de los Mexicanos en el Exterior (IME) está realizando un gran esfuerzo por expandir sus actividades y replicar los programas que hasta ahora ha instrumentado en Estados Unidos, buscando construir un futuro de bienestar y prosperidad, así como aprovechar en beneficio de nuestro país el talento y capacidad de los mexicanos que están en el exterior.
Dentro de la novedosa política de “Mirar al Sur” la Subsecretaría para América Latina y el Caribe y todas las Embajadas y Consulados de México en la región trabajan de la mano con el IME para apoyar y fortalecer a las comunidades mexicanas que son de por sí vibrantes y organizadas, constituyen un activo importante para las relaciones de México con nuestra región de pertenencia.
Maximiliano Reyes Zúñiga
Subsecretario para América Latina y el Caribe