El 5 de mayo se conmemora en México la victoria del ejército nacional contra el ejército francés, que emprendía una intervención armada. Es una fecha en que los mexicanos de aquí y los que viven en Estados Unidos celebramos el arrojo, la valentía y el patriotismo de quienes combatieron. Es un día de rebeldía nacional que significó para todos vencer al invasor, que tenía más soldados y armas que nuestro ejército. El General Ignacio Zaragoza estuvo al frente de los mexicanos, que ganaron la batalla de Puebla contra todo pronóstico.
Esto fue en 1862. Y hoy, 159 años después, recordamos con regocijo tan heroica gesta.
Repasemos lo hechos. Al conocer la derrota y negarse a negociar el pago de la deuda, el emperador de Francia, Napoleon III envió más tropas a México, logrando hacerse del control de la ciudad de Puebla y posteriormente avanzar sobre la capital de la República, la cual fue tomada el 17 de mayo de 1863. Fue por eso que el entonces presidente Benito Juárez trasladó la sede del Gobierno a la ciudad de San Luis Potosí, iniciando una presidencia itinerante que se fue desplazando hacia el norte del país ante el avance de las tropas conservadoras y extranjeras.
En 1864 desembarcó en Veracruz, Maximiliano de Habsburgo, que con el apoyo de los franceses y de grupos mexicanos conservadores y opositores al Gobierno Liberal de Benito Juárez, estableció el Segundo Imperio en México.
La resistencia mexicana se extendería durante años hasta derrotar, capturar y fusilar a Maximiliano y sus colaboradores, restaurándose definitivamente la República como forma de gobierno en México en julio de 1867.
Al conocerse la victoria del 5 de mayo, los mexicanos en Estados Unidos salieron espontáneamente a las calles de diversas ciudades para celebrar la victoria sobre el invasor, dando pie a que se conformara la primera red de organizaciones políticas de hispanos en el vecino país.
El movimiento chicano de los sesenta igualmente se apropió del 5 de mayo, convirtiendo la fecha en una bandera de lucha contra la discriminación racial, la opresión y la segregación que afectaba por igual a mexicanos y latinos en Estados Unidos.
Con el tiempo, cada conmemoración del 5 de mayo se ha vuelto más importante. Es una fiesta nacional de gran arraigo entre la comunidad mexicana y se aprovecha para reconocer la cultura, los aportes y la diversidad de la población de origen mexicano y latino.