Romina Hernández-Gómez -Voluntaria del IMME
Sin importar que tan lejos estemos, las y los migrantes mexicanos que vivimos en exterior siempre seremos una parte esencial de nuestra nación. Llevamos con nosotras nuestras historias tejidas con los sueños y sacrificios de quien ha dejado su tierra natal en busca de un futuro mejor.
Es difícil encontrar una familia en México que no tenga a un ser querido viviendo en tierras extranjeras. Desde los Estados Unidos y Canadá hasta los rincones más remotos del mundo, llevamos con nosotros el orgullo de ser mexicanos, compartiendo nuestra cultura y valores. Pero, detrás de cada historia de éxito hay desafíos y nostalgias que solo quienes hemos migrado podemos entender.
La creación de la Diputación Migrante y la elección de Karina Díaz como la primera senadora migrante en México representan pasos significativos hacia la inclusión de esta diversa comunidad en el proceso democrático de la construcción y desarrollo del país. Sin embargo, estos avances también traen consigo grandes retos: asegurar que nuestras voces sean escuchadas y respetadas, así como superar las barreras de comunicación y distancia, además de luchar contra la falta de comprensión de nuestras realidades en la arena política.
La Diputación Migrante: Un Espacio para la Representación
La representación política de las y los millones de mexicanos que residimos fuera del territorio nacional había sido hasta ahora una deuda histórica. La Diputación Migrante es una iniciativa que busca otorgar voz y voto a las personas que residimos en el exterior, permitiéndonos participar de manera activa en las decisiones políticas y legislativas de nuestro país de origen. Este espacio fue concebido para responder a las demandas de la diáspora mexicana, que durante años ha luchado por ser reconocida no solo como una fuente de remesas, sino como un grupo con derechos y necesidades específicas que deben ser atendidos por el Estado mexicano.
Esta figura nos permite tener representantes que comprendan los desafíos que vivimos, desde la dificultad para acceder a servicios consulares, hasta la necesidad de mantener vínculos culturales y educativos con México. La Diputación Migrante es un puente que conecta a las comunidades migrantes con el México que dejaron atrás, pero al que aún pertenecen.
Karina Díaz: Primera Senadora Migrante de México
La elección de Karina Díaz como la primera senadora migrante de México es un logro histórico que reconoce la importancia de la comunidad mexicana en el extranjero y que, hasta ahora, han sido sub-representados en la política nacional. Originaria de una familia migrante, Karina ha vivido y trabajado en Estados Unidos durante gran parte de su vida, experimentando de primera mano los retos que se enfrentan en el extranjero. Su trayectoria personal y profesional la convierte en una voz auténtica y legítima para representar a la diáspora mexicana en el Senado.
Karina Díaz no solo representa un avance en términos de inclusión, sino que lleva consigo una agenda que refleja las preocupaciones y aspiraciones de las y los migrantes. Entre sus principales objetivos está el impulso de políticas que faciliten el acceso a la educación, la salud, y la participación política de los mexicanos en el exterior. Además, busca fortalecer los lazos entre las comunidades migrantes y México, promoviendo iniciativas que reconozcan las contribuciones de las y los migrantes al desarrollo del país.
Esta representación es crucial porque quienes vivimos fuera del país enfrentamos desafíos únicos, como la defensa de nuestros derechos laborales, el acceso a servicios consulares, y la necesidad de mantener un vínculo cultural y educativo con nuestra patria. Lo que más necesitamos es una voz fuerte en el Senado, que entienda nuestras realidades, que abogue por políticas que faciliten nuestra integración y participación en nuestros países de residencia como en México, además que garantice que no seamos olvidados en la toma de decisiones que afectan nuestro futuro y el de nuestras familias.
El Impacto de la Representación Migrante
La representación migrante en el Congreso y el Senado tiene un impacto profundo en la forma en que se diseñan las políticas públicas. Con Karina Díaz en el Senado, tenemos la esperanza de contar con una defensora que entiende estas realidades y que está comprometida a trabajar por nuestros derechos.
Además, su presencia en la política mexicana envía un mensaje poderoso: las y los migrantes no somos ciudadanos de segunda clase, sino actores fundamentales en la construcción del presente y futuro de México.
Conclusión
La Diputación Migrante y la elección de Karina Díaz marcan un antes y un después en la historia de la representación política de la comunidad mexicana en el exterior. Estos avances no solo fortalecen la democracia mexicana, sino que también reconocen el valor de las comunidades migrantes en el tejido social y económico del país.
Como comunidad migrante, estamos profundamente comprometidos con la participación activa y responsable en el proceso democrático, eso incluye exigir rendición de cuentas a nuestra senadora durante su mandato. Esperamos que Karina Díaz, como nuestra representante en el Senado, mantenga un diálogo constante, que nos informe de sus acciones y decisiones, también que abogue incansablemente por nuestros derechos y necesidades. Su papel no solo es histórico, sino crucial para visibilizar y atender las demandas de millones de compatriotas que, aunque lejos de nuestra nación, seguimos contribuyendo al desarrollo de México. Pediremos transparencia en su gestión, eficacia en la defensa de nuestras causas, y un compromiso inquebrantable para asegurar que nuestras voces no se diluyan en la distancia, sino que resuenen con fuerza en cada decisión que tome.