Por Leslie Sandoval Villafuerte, mexicana radicada en Grecia, Nutrióloga y Health Coach en salud y nutrición Integrativa
Tu cuerpo es tu instrumento principal para lograr cualquier cosa que te propongas en la vida, desde levantarte a caminar, ir a trabajar, cocinar, limpiar tu hogar y hasta manejar.
Gracias a nuestros cuerpos nos podemos desplazar a otros lugares, abrazar a nuestros seres queridos y compartir con ellos momentos inolvidables.
Nuestro cuerpo es el instrumento más perfecto que tenemos y aunque muchos lo demos por sentado, es importante aprender a valorarlo, apreciarlo y darle un mantenimiento amoroso desde la gratitud.
Qué diversos y hermosos lucen los cuerpos cuando caminan entre ellos, algunos con rasgos masculinos y otros con características femeninas, diversos en estatura, complexión, color de piel, color de ojos y de cabello, algunos nacimos con las costillas más anchas y otros con las costillas más pequeñas, pero todos siempre podemos elegir como lucir y que atributos deseamos resaltar.
Nuestros cuerpos nos dan la oportunidad de decidir ser como queramos ser, sin embargo, hay algo que el cuerpo necesita y que no nos puede dar: saber aceptarlo y apreciarlo.
Tener un cuerpo sano es un gran poder que conlleva una gran responsabilidad y es indispensable darle lo que necesita, no sólo pedirle que se adapte a las modas del momento.
El cuerpo es un instrumento que también tiene derechos, merece ser cuidado, movido y nutrido por el simple hecho de estar vivo, no sólo para ponerle ropa y lucir bonito.
Tener un cuerpo sano es un derecho y un privilegio.
Por ello aquí algunas estrategias para comenzar a practicar la aceptación corporal amorosa:
1. Deja de compararlo con otros cuerpos.
2. Cuida tu cuerpo con un plan de alimentación variado en colores y sabores.
3. Moviliza tu cuerpo con actividades físicas diarias, aunque sean pocos minutos al día.
4. Nunca te hagas bullying o te acoses con comentarios violentos o de desprecio.
5. Decide comenzar a apreciarlo tal cual es, expresándole tu afecto.
6. Dale mantenimiento afectivo, cepilla tu cabello y dientes con delicadeza y paciencia.
7. Revisa su salud cada 6 meses o máximo cada año, a través de pruebas de laboratorio para saber si está funcionando adecuadamente.
8. Escúchalo cuando sientas que algo te duele y dale tiempo para que se recupere sin intentar forzarl