Eduardo Ramos
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Fue un 11 de enero que dos campesinos oaxaqueños, recién casados, se despidieron de su comunidad en el municipio de Huajuapan de León, Oaxaca con miedo y ambición por darle un futuro mejor a su familia. Arriesgando la vida, vencieron la peligrosa trayectoria para llegar al estado de Washington, EUA donde cumplirían su visión. Ellos son mis padres, Manuel y María Ramos, a quienes les agradezco todo, incluyendo el orgullo de ser mexicano.
Queda claro entonces porque fue un sueño participar en el Programa de Inmersión Cultural y Voluntariado (PICV) 2023 nada más y nada menos que en Oaxaca. Bajo el liderazgo de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), Instituto de Mexicanos en el Exterior (IME) y el Instituto de Atención Integral al Migrante Oaxaqueño (IAIMO), pude completar un recorrido íntimo de este bellísimo estado. Amplié mi conocimiento sobre la cultura y gastronomía, internacionalmente reconocida, además de observar los retos políticos, económicos y sociales en estas comunidades.
Entre tantos momentos únicos, quiero destacar los más emotivos.
En el Cerro Dizhu en Macuilxochotl, platique con el Sr. Secundino Vázquez cuya familia ha habitado el terreno por varias generaciones. Conversamos afondo de las operaciones municipales, el sector agrícola, y el impacto de migración en su comunidad. Además, me enseñó a usar la honda—una de las armas más antiguas de la humanidad. Mis padres y abuelos me habían contado muchas veces acerca de esta herramienta prehispánica que usaban de niños. ¡Algo tan sencillo pero fascinante!
Otro momento que resaltaré es la visita a la Escuela Primaria Rural Federal “Cuauhtémoc” donde convivimos con hijos de migrantes. Esta actividad fue emotiva ya que mi familia también sobrevivía migrando a EUA. Esto creo dificultad con estudios y socialización. Fue especial poder compartir con ellos y espero que nuestras historias los dejen con ánimo para seguir adelante.
Después, todavía en Juxtlahuaca, la Lic. Mari del IAIMO y yo salimos a elaborar champurrado con una cocinera tradicional. Nos dirigimos al centro para comprar chocolate artesanal. Ahí nos encontramos con el Maestro Artesano Alejandro Vera quien es internacionalmente reconocido por su trabajo manteniendo viva la cultura Mixteca. Nos invitó espontáneamente a pasar a su taller que estaba a dos cortinas de la tienda. Ahí me dio un resumen de sus 40 años de trabajo cultural. Su taller produce máscaras, música y apoyo para jóvenes. El Mtro. Vera ofrece clases para estudiantes de bajos recursos pues cree en la inversión social. Sus grupos se han presentado 16 veces en la Guelaguetza. Quedé sumamente inspirado por el Mtro. Vera.
Finalmente, quiero destacar mi visita a Huajuapan. Fue de bastante emoción ya que regresaba a la comunidad de mis padres. Durante la sesión de cabildo, mi primo el Dr. Carlos David Lopez Mora, Regidor de Salud, me otorgó un reconocimiento por mi participación. Nunca nos habíamos conocido en persona. Tuve la oportunidad de hablar sobre PICV 2023 y mis raíces Huajuapeñas frente a los 11 concejales. Así mismo agradecí por el recibimiento y hablé sobre las inversiones sociales y económicas que nos faltan hacer ahí y en EUA.
Al regresar, como participante y licenciado en política, siento que se completa un círculo. Mis padres no se fueron de Huajuapan por gusto sino por necesidad económica. Ahora me dedico al servicio público y política para asegurar la prosperidad de nuestras comunidades y prevenir que tengamos que desplazarnos para salir adelante.
Tengo un compromiso de mejorar las oportunidades de mis paisanos tanto en Estados Unidos como en México. Ahora, gracias a los vínculos que forme durante PICV, podre colaborar con autoridades en Oaxaca desde mi puesto como asesor político en el gobierno regional del área Metropolitana de Portland, Oregon para fomentar comunidades más fuertes y saludables en ambos países.
Mil gracias por haber permitido mi participación.
Ha fortalecido mi orgullo Oaxaqueño y conexión a la tierra del sol.
¡Que viva Oaxaca!
