Mi nombre es Analuz Carrillo, nací en Carolina del Norte pero con mucho orgullo soy hija de padres mexicanos inmigrantes de Valparaiso, Zacatecas y Tepoztlán Estado de México. Siendo nacida en Estados Unidos durante los últimos 20 años de mi vida la sociedad me ha pintado una imagen de un México violento, inseguro, y un país de poco progreso. Gracias al Instituto de los Mexicanos en el Exterior, al Consulado General de México en Raleigh y al Gobierno de Zacatecas, pude descubrir por mí misma que la realidad es otra.
Gracias por darme este aprendizaje y la oportunidad de ser parte del Programa de Inmersión Cultural y Voluntariado 2023. Me permitieron ver, vivir, y sentir un México y un Zacatecas del cual en los últimos 20 años nunca se ha hablado en los noticieros estadounidenses, de sus bellezas, su gastronomía, su cultura, y más que nada su hermosa gente. Durante mis tres semanas de estancia pude aprender de mi México y Zacatecas querido, pero lo más importante que logré en este viaje fue contactar con mis raíces y descubrir el significado real de ser mexicana que resultó ser más que una bandera de tres colores y la palabra México.
Por más exagerado que suene, PICV 2023 me ha cambiado la vida en todos los aspectos, en el personal pero también en lo profesional. Como alguien que estudió un postgrado en administración pública, este viaje me permitió convivir, aprender de las funciones del gobierno Mexicano, me dejó con mucho aprendizaje e ideas nuevas para seguir desarrollándome como administradora pública.
En la biblioteca de Benjamín Franklin tuve la oportunidad de conocer a Gary A. Bearden que trabaja en asuntos antinarcóticos y aplicación de ley y a Donya Eldridge que es la diputada de cultura y oficial de la educación. Poder escuchar a los dos hablar de las dificultades que tuvieron para llegar a los puestos que realizan hora y el impacto directo que crean tras su trabajo me llenó de inspiración, motivación, y perseverancia para seguir trabajando y alcanzar mi meta profesional de algún día trabajar para el gobierno federal de los Estados Unidos.
A los 16 años me enamoré de servicio al público y poder servir a mi gente de Zacatecas, fue algo que me dejó con mucho agradecimiento, felicidad, y aprendizaje en el corazón. Mis compañeros y yo tuvimos la oportunidad de realizar servicio social en Casa Cuna que es una casa de orfanatorio. Lo más bonito de esta experiencia fue poder compartir con los niños, abrazarlos, rezar con ellos y llenarlos de amor. Después de pasar todo el día con ellos nos fue difícil separarnos física y emocionalmente.
El Gobierno de Zacatecas también nos permitió hacer servicio social en la casa del inmigrante. En esta casa, la madre nos dio la tarea a mis compañeros y a mí de plantar árboles y realizar labores en el campo. Después de trabajar un largo y caluroso día, el objetivo de plantar los árboles y hacer trabajo en el campo se logró. Durante la hora de la comida tuve la oportunidad de conocer a inmigrantes que desafortunadamente no llegaron a cruzar la frontera y cumplir el sueño americano. Al escuchar sus historias no puede evitar sentir tristeza al saber que no pudieron cruzar, pero a la vez no puede evitar sentir un gran agradecimiento a mis padres por ofrecerme la oportunidad de perseguir el sueño americano y ofrecerme oportunidades que muchos no pudieron alcanzar.
Arturo, Ana Denise, Aranxa, Arely, Christian, Edwin, Gaby, Lulu, Natalie, Tais, y Yasmine, gracias por cada risa, que casi se me iba el aire, por darme el espacio necesario y hacerme sentir segura. Por los momentos, tristes, y divertidos, por dejarme hacer Tik Toks después de equivocarme 20 veces en la toma. Por las noches, de tanto bailar y cantar que cargaré siempre en mi corazón, ustedes fueron la mejor parte del PICV 2023 y de mi inmersión cultural. Los amo familia.