Vivimos en un contexto de movilidad donde cada vez más gente se plantea desplazarse a otro país para trabajar o para vivir. De hecho, según el Gobierno de México, 13 millones de mexicanos emigraron a distintas partes del globo[1]. Existe una gran diversidad entre los destinos que se escogen, pero uno de los favoritos se encuentra en España, en concreto, Barcelona. Aunque irse a vivir al extranjero parezca sencillo, labrarse un futuro en otro país implica enfrentar varios retos: aprender un idioma, estudios u homologación de título para poder trabajar, racismo, desafíos financieros, entre otros.
Yo emigré por amor y decidí aventurarme. Lo más difícil fue reinventarme profesionalmente, lejos de la cuna académica, valorar mi experiencia profesional y venderla al sector privado. Actualmente trabajo en el área de Data Science para una empresa multinacional y dirijo una escuela de Yoga Ayurveda dice Leny Alvarez Falcón, Doctora en Ciencias Químicas por la UNAM que reside en Barcelona desde hace 6 años.
Lucero Munguía, originaria del Estado de Hidalgo, reside en la ciudad desde hace 10 años y trabaja en la Unidad de Trastornos de la Conducta Alimentaria en el Hospital Universitario de Bellvitge. “Cuando vives en el extranjero, estas fuera de tu zona de confort sin tu familia, sobre todo los primeros años. Te has lanzado de cabeza a lo desconocido” nos dice la doctora en Psicología Clínica y de la Salud.
El amor suele motivar al principio para dar el paso de vivir en otro país, pero las cuestiones profesionales suelen generar estrés y poner a prueba nuestra autoestima y autocontrol. Un estudio de las Universidades de Rice, Columbia y Carolina del Norte[2] descubrieron que vivir en el extranjero provoca además que comparemos las normas culturales y valores con los que nos hemos criado respecto a las de los países que nos acogen, y en esta reflexión, reconocemos y valoramos aspectos en los que no habíamos reparado antes: nuestra formación, modo de vida, etc.
Pero podemos toparnos con otros retos mayores fuera de nuestro control que también nos ponen a prueba. “Me costó conseguir la residencia y me vi en la necesidad de volver a México para solicitar un visado. Más adelante, me enfrenté a la homologación del título como abogada que supuso examinarme de 10 asignaturas. Este proceso puso a prueba mi paciencia, mi constancia y mi tolerancia a la frustración” nos confiesa Guadalupe Lucio García, de Guanajuato, actualmente abogada consultora en la circunscripción del Consulado de México en Barcelona, y directora jurídica de Legalteam.
Alicia Sandoval, de Autlán de la Grana, sufrió algo similar, ya que encima de homologar sus estudios para ejercer de abogada en España, su mayor reto es conciliar la maternidad con su vida profesional. Además de fundar el despacho Mao Advocats, la jalisciense es miembro de la comisión de Igualdad y Violencia de Género y machista del Ilustre Colegio de Abogados de Sabadell, lo que absorbe su tiempo y le aporta un reto más. Ambas residen en Barcelona desde hace 21 años.
Vivir en el extranjero puede brindar a las personas un nuevo sentido para sí mismas, un mejor desempeño en el trabajo, una mayor claridad sobre los tipos de carreras profesionales que mejor se adaptan a sus fortalezas y valores: “Una de las situaciones en las que me suelo encontrar es el racismo asociado a mi color de piel, preguntas incómodas sobre mi lugar de origen. Esta situación me motiva a trabajar para buscar un mundo mejor con menos desigualdades para las mujeres, que además son migrantes” dice Norma Díaz, de Puebla, Doctora en Ciencias Químicas y líder de equipos de producto dedicados al desarrollo de software.
Incluso, estos retos nos hacen ver de lo que somos capaces: “Los retos a los que me he enfrentado viviendo fuera de México me han ayudado a fortalecer la confianza en mi potencial creativo para materializar mis proyectos personales y profesionales” agrega Martha Vázquez, originaria de la Ciudad de México, doctora en sistemas de administración de fármacos basados en la nanotecnología. Actualmente es profesora en la Facultad de Farmacia de la Universidad de Barcelona y responsable de proyectos de innovación en Bicosome.
Las personas que hemos vivido en el extranjero por un largo periodo de tiempo tenemos una idea de lo que podemos alcanzar, y como dice el estudio mencionado anteriormente, “logramos un concepto más claro de nosotras mismas que aquellas personas que no han emigrado”. Esta percepción se ve favorecida por el tiempo que se vive en el extranjero y no por el número de países extranjeros en los que se ha vivido. Añado que vivir en otro país, te permite descubrir una nueva cultura (p.e. idioma, arquitectura, la forma de comunicarse, relaciones sociales) lo que da la oportunidad de conocer un nuevo entorno en todas sus manifestaciones.
Emigrar a otro país es también la oportunidad perfecta para ampliar horizontes y conocer otras personas que tengan otra cosmovisión, y no me refiero solo a la gente del país de acogida, sino también a otros expatriados. Cuando una persona sale de su zona de confort y se muda a vivir a otro país, siempre mejora sus habilidades sociales. Y no solo en cuanto a aprender un nuevo idioma (en Barcelona se habla el Catalán), si no aprender cómo comunicarse con personas de diferentes culturas y a respetar opiniones divergentes.
En mi caso, con 20 años en Barcelona, puedo decir que tanto a nivel familiar como profesional disfruto de lo mejor de los dos mundos, lo que implica lidiar con los diferentes valores y normas culturales de México y de España. De la misma manera que lo hace Norma Patricia Muñoz, bióloga de formación y con un doctorado en Oceanografía Biológica. “En Barcelona me unen lazos familiares y de amistad por lo que siempre he tenido experiencias positivas y agradables”.
Nuestra relación con Barcelona es fructífera, no solo a nivel laboral, y aunque irse a vivir al extranjero implique enfrentar varios retos, vale la pena.
Por Ruth S. Contreras Espinosa y Dra. en Ingeniería Multimedia
Co-fundadora Red Global MX, Capítulo Barcelona[3].
redglobalmxbcn.com
[1] http://portales.segob.gob.mx/es/PoliticaMigratoria/Panorama_de_la_migracion_en_Mexico
[2] https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S0749597817301279
[3] Todas las personas mencionadas en este texto forman parte de la mesa directiva de la asociación Red Global MX, Capítulo Barcelona.