EL IDEAL DE LA POLÍTICA FEMINISTA

EL IDEAL DE LA POLÍTICA FEMINISTA

EN MEMORIA DE LA EMBAJADORA EMINENTE AÍDA GONZÁLEZ MARTÍNEZ

Pensar en la Embajadora Aída González es recordar a una mujer valiente, decidida y luchadora: No nos alcanzan las palabras para definir a una mujer que llevó el ideal de un mundo en el que todas gozamos de los mismo derechos y oportunidades, del papel a la práctica. La Embajadora González tenía en la mente y en el corazón el ideal de muchas mujeres: un mundo en el que todas gozamos de los mismos derechos y las mismas oportunidades que los hombres, aquel mundo en el que no existe la discriminación.

El ámbito multilateral fue su campo de acción, el cual, para quienes hemos participado en negociaciones internacionales es un trabajo que requiere persistencia y paciencia, sobre todo en la agenda de lucha por la protección y promoción de los derechos humanos de todas y todos sin discriminación. A esto se le suma la dificultad de posicionar un liderazgo nacional para generar consensos en una gran cantidad de propuestas. Gracias a su trabajo se lograron éxitos vitales que hoy en día hacen una diferencia en la vida de las mujeres y en las luchas del feminismo.

En sus palabras, la Primera Conferencia Mundial de la Mujer, que se llevó a cabo en 1975 en México, logró que por primera vez se reconociera, “por los gobiernos y por las mujeres y los hombres, que los problemas de la mujer —derivados de su condición desigual o de abierta discriminación— eran los problemas de la sociedad en su conjunto, y que los objetivos de la humanidad sólo podrían ser alcanzados con la participación activa, responsable y consciente de las mujeres”.[1]

Su experiencia como representante de México en diversos encuentros internacionales, su convicción feminista y, en especial, su compromiso excepcional con los derechos de las mujeres y las niñas, le dio las herramientas para formar parte, como experta, del Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer en los periodos de 1982-1992, 1997-2004, ocupando la Presidencia de dicho mecanismo de 1999 al 2000.

El Comité es el órgano vigilante de la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer (CEDAW por sus siglas en inglés), la cual desde su aprobación en 1979 estableció estándares internacionales en materia de igualdad y no discriminación hacia las mujeres, los cuales tienen que ser incorporados en las agendas nacionales de los 189 Estados que han ratificado dicho tratado.

La Embajadora destacaba que la Convención había sido calificada como la Carta de derechos humanos de la mujer; y recordaba que “conforme a la opinión de algunos estudiosos del tema, en sentido estricto, dicho instrumento internacional no hace sino desglosar los campos que por vía de la discriminación constituyen obstáculos que enfrentan las mujeres en el goce de sus derechos humanos fundamentales”.

Y estaba en lo cierto, si bien la CEDAW representa un importante instrumento jurídicamente vinculante, le corresponde a cada país su implementación, tenemos que lograr la igualdad de jure  y de facto, que es responsabilidad única de cada país.

Como mujer y feminista siempre estaré agradecida por su constante compromiso con la lucha de las mujeres y su legado que queda impreso en la redacción de la Convención, su Protocolo Facultativo y las 23 Recomendaciones Generales que se aprobaron durante su gestión al frente del Comité, pero sobre todo con su ejemplo y guía para el quehacer político feminista. A la distancia podemos concluir que los ideales de la embajadora los hemos hecho nuestros también, porque nuestro trabajo va comprobando que sí es posible avanzar y tener resultados desde la política nacional de igualdad.

Ahora nos toca a nosotras como titulares de las Instituciones rectoras de la igualdad entre mujeres y hombres continuar con ese legado y adoptar las acciones necesarias para eliminar las condiciones que pudieran generar discriminación contra las mujeres.

En el INMUJERES hemos seguido su recomendación de incorporar en la política, a través de la elaboración e implementación del Programa Nacional de Igualdad entre Mujeres y Hombres (PROIGUALDAD) 2020-2024 “mecanismos seguros e institucionalizados de participación ciudadana que fomenten y retomen la voz de las niñas, las adolescentes y las mujeres, así como de la sociedad civil en general, la academia, el gobierno, el sector privado y los organismos internacionales, para escuchar, e integrar al proceso de política pública, distintas voces que favorezcan al logro y consolidación de la igualdad sustantiva.”[2]

El Comité exhortó en 1999 a invitar a distintos actores, incluidas las organizaciones no gubernamentales, a enviar información concreta sobre la aplicación de la Convención por los Estados Parte cuyos Informes sean examinados[3]. Lo que ahora forma parte de Informes sombra.

Desde el INMUJERES hemos llevado a cabo diversas acciones para atender y dar seguimiento a la CEDAW, en 2001 se presentó el Sistema Interactivo de Seguimiento de la CEDAW[4], un sistema informático que reúne los informes de los países de América Latina y el Caribe con el interés de difundir el avance en la implementación de la CEDAW; se tradujo la CEDAW en 15 lenguas indígenas; se hizo una compilación de documentos, para conmemorar el 40 aniversario de la Convención, que incluye la CEDAW, su Protocolo, 37 Recomendaciones Generales y las recomendaciones específicas a México[5]; y ha colaborado en la integración de nueve informes periódicos que atienden las observaciones transmitidas a México por el Comité.

Los avances a 27 años de Beijing y 42 de la CEDAW son notables, y eso nos alienta a acelerar el paso para transformar el camino hacia una igualdad que garantice los derechos de todas las mujeres y las niñas en lo más amplio de sus contextos y diversidades.

 El legado de la Embajadora Aída Martínez es invaluable porque llevó a la práctica la manera de cambiar las realidades de las mujeres, es nuestro momento de seguir la dirección con la apertura que ella tuvo para adecuarse a los contextos que la agenda de género va marcando para consolidar una vida plena con igualdad, paz y justicia para todas. 

[1] González Martínez, Aída. Los derechos de la mujer en la Revista Mexicana de Política Exterior digital, https://revistadigital.sre.gob.mx/images/stories/numeros/n55-56/gonzalezm.pdf  

[2]  González Martínez, Aida, Human Rights of Women, en Washington University Journal of Law & Policy, Volume 5 The Institute for Global Legal Studies Inaugural Colloquium: The UN and the Protection of Human Rights January 2001.https://openscholarship.wustl.edu/law_journal_law_policy/vol5/iss1/13

[3] Discurso de la Embajadora Aída González Martínez, en su calidad de Presidenta del Comité CEDAW en ocasión del vigésimo quinto aniversario de la aprobación de la Convención, 13 de octubre de 2004. https://www.un.org/womenwatch/daw//cedaw/cedaw25anniversary/cedaw25-AGM.pdf

[4] El sistema está vigente en: http://sicedaw.inmujeres.gob.mx/.

[5] Convención sobre la Eliminación de todas las formas de Discriminación contra la Mujer: http://cedoc.inmujeres.gob.mx/documentos_download/101332.pdf

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