Un poco de Historia.
Adela Velarde Pérez fue una valiente mujer que a los 15 años se incorporó a las filas de la Revolución Mexicana, apoyando a la Asociación Mexicana de la Cruz Blanca en labores de enfermería.
Nació en Ciudad Juárez, Chihuahua, en el año de 1900; nieta de Rafael Velarde, destacado general juarista que luchó en contra del imperio francés, Adela dio nombre a las denominadas Adelitas, mujeres soldaderas que durante la Revolución, atendían a heridos, cargaban armas, se encargaban de los alimentos e incluso, luchaban cuando el momento lo requería.
Las Adelitas simbolizan a las mujeres que enfrentan la adversidad con valentía. En la etapa de 1914 a 1917, estas valientes mujeres dejaron en claro el amor por su patria, y con mucho cariño en honor a ellas hemos nombrado a nuestra comunidad “Las Adelitas”.
Somos una comunidad conformada por más de 100 mujeres mexicanas, que residimos en República Dominicana, entre nosotras hay artistas, doctoras, diseñadoras, odontólogas, administradoras, profesoras, abogadas, actuarias, estadistas y muy buenas emprendedoras.
Las mujeres que conformamos el grupo tenemos como factor común nuestro amor por México, reconociendo siempre que es un país con un patrimonio cultural vasto y diverso y una de nuestras labores principales es dejar un legado a nuestras generaciones de descendencia, que estén donde estén, vivan donde vivan siempre tengan presentes nuestras tradiciones y las hagan parte de su forma de vida.
Comenzamos siendo un grupo de amigas cercanas portando vestidos regionales mexicanos los 15 de septiembre, cada quien comenzó a comprar el vestido correspondiente al estado de la República Mexicana en donde nació, creciendo en grupo y compartiendo las fechas importantes.
Uno de los detonantes principales fue el visibilizar la tradición del Altar de Muertos, fue entonces que en un momento de nostalgia recordando la infancia en México, comenzamos a prepararnos para en conjunto montar el Altar de Muertos, recordando los olores del chocolate caliente y el mole del altar con sus velas encendidas, pensando en las familias que tenemos en México.
Coincidimos en que había que dejar un legado a nuestros hijos e hijas, y hacer que nuestras familias mexicanas-dominicanas vivieran ese legado.
Comenzamos a involucrarnos en actividades en los colegios de nuestros hijos cuando expusieron temas relacionados con México y la bandera, compartimos parte de la gastronomía Mexicana y nos prestamos trajes regionales y objetos que sirvieran para las exposiciones.
También elaboramos flores de cempasúchil (en náhuatl: sempôwalxôchitl ) con los niños y las niñas el 2 de noviembre y vimos su cara de felicidad, sentirse integrados al realizar parte de la decoración del altar de muertos, platicando el significado del altar, todos reunidos compartiendo las tijeras y el pegamento viviendo la emoción de nuestros hijos e hijas al vestirnos de Catrinas y Catrines, explicándoles que no es un disfraz sino una tradición que evoca la vida de los que ya se fueron.
En navidad festejamos las posadas tal como se hace en México, con los cantos navideños (acá en República Dominicana les llaman Aguinaldos), las bengalas, las piñatas y los versos de pedir posada.
Así fue como nuestros niños y niñas se hicieron primos, vieron en las mexicanas a las tías, en nuestros esposos a los tíos, compartiendo las festividades, nos reunimos regularmente en desayunos de platillos típicos mexicanos y el dinero recaudado se dona a actividades altruistas.
Apoyamos a niños y niñas con cáncer, fuimos a cantar y llevar alegría a asilos, en época de COVID, hicimos donaciones de equipos de protección personal, llevamos despensas, ayudamos a los padres, a las monjitas, en fin, nos ayudamos entre nosotras.
Las tradiciones son una fuente de identidad.
Celebrar las tradiciones nos ayuda a mantenernos conectadas a nuestra cultura y es también una excelente oportunidad para el intercambio, la comprensión y el aprecio por las culturas de todo el mundo.
Al ser un grupo tan diverso, nos hemos enriquecido al aprender de la artista que hace esculturas de catrinas, y piñatas de papel, de la tía que canta con mariachis entonando México Lindo y querido.
Están las primas que aprendieron el maquillaje de catrina y en noviembre nos turnamos para maquillarnos. Todas aportamos nuestras mejores habilidades en el grupo y eso nos hace mejorarnos, todas colaboramos contentas y siempre es para que los jóvenes conserven un pedazo de México en su corazón.
Hemos contado con el apoyo de la Embajada de México en República Dominicana, este año el actual Embajador, el Sr. Carlos Peñafiel nos invitó a exponer el altar de muertos y desfile de catrinas en el museo de “Las Casas Reales” y en la zona Colonial.
Con mucho entusiasmo nuestro altar participó en el “Reto de Altares” que organizó el IME y con gran sorpresa le compartimos que fuimos el segundo altar con más votos de todas las comunidades mexicanas en el mundo.
Cuando vives fuera de México, uno de los momentos, que se vive con más intensidad es cuando suenan los acordes del Himno Nacional, el entonar nuestro himno hace que el corazón se aceleré y se liberen sentimientos a través de las gotas de recuerdo que salen de nuestros ojos.
Las Adelitas creemos en la solidaridad y en apoyar a los demás, no dudamos ni un segundo en salir a ayudar cuando alguien nos necesita.
En el temblor del 19 de septiembre de 2017, nadie se cruzó de brazos y con manos abiertas ofrecimos nuestra ayuda. Algunas hicimos colectas y lo recaudado se envió a los mexicanos y mexicanas que lo necesitaban, a través de las asociaciones o a través de nuestra misma gente que llevaba las cosas compradas con los recursos enviados.
¿Y cómo no íbamos a Apoyarnos? Amamos a nuestra gente con pasión: México es nuestro corazón, nuestro motor.
Que siempre exista, otro mexicano que te dé la bienvenida a donde quiera que estés y que pueda orientarte en donde comprar el super, que colegios hay, que actividades familiares puedes hacer en la ciudad que llegas. En fin una cara amiga, que te haga sentir que fuiste valiente al dejar tu tierra para venir a República Dominicana, una mano amiga que te echará la mano, o te brindará una sonrisa de bienvenida.
Si podemos dar un mensaje a más Mexicanos que viven lejos de la tierrita, es que unidos en la solidaridad siempre podremos forjar verdaderos lazos de amistad y encontrar una familia que te entienda con solo mirarte.
Aquellas mujeres aguerridas que portaban las carrilleras y caminaban detrás de los caballos de sus hombres, han cambiado sus trenzas y faldas largas por trajes sastre y zapatos de tacón; son dirigentes partidistas, jefas de Gobierno, Senadoras y ahora encabezan tropas de trajeados.
Las Adelitas no han muerto, sólo han cambiado de imagen y son parte de la identidad de la mujer mexicana, nuestro trabajo es preservar su legado, ser mujeres que enfrentamos las adversidades siempre valientes para salir adelante y educar a nuestros hijos e hijas en ser ciudadanos mexicanos orgullosos de sus raíces, de su cultura y de su Patria.
Queda mucho por hacer y por eso siempre habrá “Adelitas” luchando desde sus áreas de trabajo y especialidad por el futuro de nuestro México lindo y querido.
Buenos dias,
Como puedo contactar Las Adelitas en Republica Dominicana?