El Día de Muertos es una de las tradiciones más representativas de México, un momento de celebración y memoria que une a las familias para honrar a sus seres queridos que han partido. Esta festividad, que combina elementos de la cultura indígena y la influencia católica, ha trascendido fronteras y ha sido reconocida a nivel internacional como un Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO.
Al respecto, el Instituto de Mexicanas y Mexicanos en el Exterior, ha llevado a cabo desde el año 2017, el concurso “Reto de Altares de Día de Muertos”. Esta iniciativa busca fomentar la preservación y difusión de esta tradición en todo el mundo, involucrando a las Representaciones de México y a las comunidades mexicanas que residen fuera del país.
PARTICIPACIÓN DESDE EL EXTRANJERO
Durante noviembre, el IMME convocó a las comunidades mexicanas en el exterior, así como a la red consular de México a participar en la octava edición del Reto de Altares de Día de Muertos, bajo el lema “La Ofrenda: Cultivando memoria, construyendo puentes”.
Además de honrar la memoria de los seres queridos que han partido, esta iniciativa buscó fortalecer el puente cultural entre México y el mundo, destacando la riqueza y profundidad de nuestra herencia cultural a nivel global.
La respuesta a esta convocatoria fue extraordinaria, alcanzando un total de 79 registros de representaciones y 182 registros de comunidades mexicanas. Estos números no solo reflejan el entusiasmo y compromiso de las y los participantes, también reflejan el profundo arraigo y orgullo por nuestras raíces que trascienden las fronteras.
Las y los ganadores de cada categoría fueron publicados en las redes sociales del IMME, a continuación, se describen por número de votos:
El proceso de participación consistió en la creación de altares que combinaran la originalidad y fidelidad a los elementos tradicionales de esta práctica cultural. Los participantes lograron plasmar el profundo simbolismo y la espiritualidad que caracterizan el Día de Muertos, integrando elementos como copal, incienso, velas, calaveras de azúcar, sal, flores de cempasúchil, petate, mantel, papel picado, agua, chocolate y licor. Además, incluyeron los platillos favoritos y fotografía de la(s) persona(s) a quien(es) se les dedicó la ofrenda.
Más que una competencia, el Reto de Altares se convirtió en un espacio lleno de encuentro y conexión, fortaleciendo los lazos culturales y emocionales entre las comunidades mexicanas en el exterior y su país de origen. Además, destacó la capacidad del Día de Muertos para trascender fronteras, llevando su esencia a todo el mundo.
El IMME subrayó la importancia de iniciativas como esta para reforzar el sentido de identidad y pertenencia. Asimismo, reafirmó su compromiso de continuar promoviendo acciones que contribuyan a la preservación y difusión de nuestras tradiciones.